La fuerza interior es esa energía inagotable que el
ser humano tiene pero que no sabe usar, es la que nos permite lograr todo lo
que hemos deseado, es el poder de nuestro corazón. Es lo que nos mueve aun
cuando ya creemos que no tenemos energía para seguir. Esa luz que sigue
brillando a pesar de todo.
Esta fuerza
interior debe siempre ir acompañada de algo que se llama integridad y eso es
algo que aprendí recientemente en un curso que hice llamado Landmark, porque la fuerza interior no actúa sino tenemos
integridad en nuestros actos y acciones. La integridad no se trata de principios morales ni ética, ni
si algo es bueno o malo, sino se trata de
cumplirte a ti como ser humano, de la certeza de cada palabra que dices se
tiene que convertir en tu principio, sin poner excusas, tienes que poner acción.
La única manera de que las cosas funcionen y logres el objetivo es cuando nos
honramos a nosotros mismos cumpliendo lo que decidimos con firmeza y constancia.
Recuerdo una anécdota de cuando participe en el
programa de Yo soy el artista, en la cual se inundó dónde nos estábamos quedando y no pudimos
dormir y de igual manera teníamos que estar muy temprano en la academia para
hacer ejercicios, todos estábamos quejándonos porque no era posible que no
habíamos descansado e igual tuviésemos que realizar las actividades, pero esta
situación me hizo entender que la única forma de obtener resultados es
cumpliendo con lo que debes hacer, no puedes darte excusas ni permitir que lo que
suceda afuera de ti determine las acciones que debes tomar para obtener el
resultado. Esa misma disciplina que aprendí es la que hoy en día aplico en mi
vida y desde que lo hago ha producido que me vaya mucho mejor.
La fuerza interior es la capacidad de poder hacer las
cosas aunque todo lo que esté a nuestro alrededor este hecho pedazos. Cuando
somos íntegros tenemos que aceptar que debemos honorar nuestras palabras y es
en el momento que comprendemos eso que se despierta en nosotros una gran
fuerza.
Empieza por respetar tu propia palabra, es el primer
paso. Lo que dices tiene que tener valor y peso. Cuando prometes algo cumple,
no solo a los demás sino a ti mismo. Esta es la única forma en que tu mente
entienda que tus palabras son sagradas, que lo que tú dices se cumple. Cuando
lo haces de esa manera la magia empieza a aparecer en tu vida.
Cuando eres una persona íntegra no solo tú crees en ti
sino todo los que te rodean también confían. Tu mundo cambia. El poder de tu
palabra tiene un valor fundamental para tener éxito. Y esto conlleva a
manifestar nuestra grandeza, esa que a veces desconocemos.
Para manifestar y transmitir esa fuerza interior no
puede existir la duda ni siquiera en nuestra mente, la seguridad y el creer en
nosotros mismos es lo que nos dará el impulso para conseguir todo lo que
anhelamos.
Tenemos que dejar de buscar en el exterior lo que ya
tenemos, nuestra motivación no puede estar en otros sino en nosotros mismos, lo
que queremos no puede estar determinado por la opinión, puntos de vistas o
deseos de otras personas, porque eso sería no respetarnos.
No podemos tener miedo ni dudas, seamos constantes y
aprendamos siempre a mirar más en nuestro interior y saber que allí están todas
las respuestas que necesitamos. La fuerza está allí. Esa tiene que ser nuestra
verdad y realidad.
Un abrazo
Tairon Aguilera
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